Extraño mundo (reflexión)
Extraño mundo, lleno de incertidumbres disfrazadas de certezas. Nada es constante, todo es residual. La vida y la muerte corren parejas de un mismo destino. Lo sucio y lo bello se dan la mano para conformar el espíritu humano. Extraño y simple complejo de neuronas que juegan a ser lo que no son, que se visten de seda y satén para esconder las arrugas del alma, las huellas de la miseria, el corazón lleno de hastío. Lo sublime y lo más asquerosamente carnal forman parte de este tiovivo humano al que estamos esclavizados. Todo y nada. No hay términos medios. El gris quedó engullido por una sociedad ennegrecida. Mal presagio es éste cuando la honestidad desaparece tras las cortinas del teatro y el escenario se llena de actores con las caras cubiertas de máscaras. ¡Muerte a la sinceridad!, gritan los hipócritas triunfantes. La risa lacónica y la tristeza reinan en el mundo. Extraño mundo en el que triunfan falsos ídolos, figurantes de pacotillas, fantasmas televisivos, malcarados de la red, malhablados sin educación ni cultura. La letra ya no sirve si no va acompañada de seis ceros. La palabra perdió el sentido unitario de voluntades. El verso se suicidó entre párrafos vacíos. La poesía convertida en entelequia. ¿Y nosotros? Meros hologramas que se pudren inmóviles ante el devenir de las horas.
No hay silencio suficiente para acallar mi espíritu.
(c) Josefa Molina
Enero, 2017
Una gran crítica a la sociedad actual donde los valores han caido en un suelo lleno de fango. Felicidades, besos y abrazos, desde Londres, Andrea Molina.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Mil gracias, Andrea, por pasarte por aquí y dejar tu opinión. Efectivamente, en esta sociedad, los valores, los buenos valores, están cada vez más denostados. Un abrazo.
Me gustaMe gusta