Suavemente
A Mari Moli,
ella sabe el porqué…
Se fue. Suavemente. Su bolso esperó ahorcado el regreso. El olor a tabaco buscó desesperado su boca. Se fue. Suavemente. Las palabras ya habían sido dichas; los adioses, otorgados. Liviana respiró cuando el duende, cómplice del viento, se coló por la ventana. Se fue. Suavemente. En el balcón, la orquídea insiste en florecer cada año, por primavera.
Cómplices: 'Es por ti'
Agosto, 2017
(c) Josefa Molina
@JosefaMolinaR





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